El cuidado de la piel en verano debe incluir una rutina diaria que no debemos olvidar por los cambios horarios o por los cambios de localización. Debemos tener especial precaución con el sol, las altas temperaturas, el abuso del aire acondicionado, el cloro de las piscinas o el salitre.
El cuidado de la piel en verano incluye una alimentación adecuada y mucha hidratación; pero además incluye un hábito en el uso de cremas hidratantes y protectoras. En el caso de las pieles maduras conviene aplicar productos hidratantes y aquellos que estimulen el metabolismo de la piel. El objetivo es aumentar el grosor de la piel así como la elasticidad que se van perdiendo año tras año. Nuestra favorita para pieles maduras es ‘Time control’ Crema arrugas y firmeza de Vie Collection.
En el caso de las pieles muy secas o estresadas; el cuidado de la piel en verano debe incluir aceites que evitan la pérdida de humedad. Estos aceites deben aplicarse preferentemente tras la ducha cuando la piel está ligeramente humedecida. Los movimientos circulares suaves harán que la piel absorba el producto de forma más efectiva.
Las pieles reactivas y atópicas encontrarán en el cloro de las piscinas a su mayor enemigo. El cloro incrementa la sequedad de la piel espacialmente si nos encanta nadar o jugar con los niños en el agua. Si pasamos mucho tiempo dentro del agua debemos utilizar ‘Rosa Control Serum’ de Vie Collection.
Si tienes estrías o cicatrices no debes olvidar que el cuidado de la piel en verano debe incluir duchas alternas, peelings corporales o aceites especiales. Estos aceites deben aplicarse mediante un suave masaje tanto en la estría como en la piel que rodea a la misma. Los cuidados en las zonas donde tenemos estrías o cicatrices no las eliminarán pero si harán que éstas sean menos pronunciadas y que la piel circundante presente un aspecto más liso.
Recuerda; el cuidado de la piel en verano es una rutina diaria que nos permitirá disfrutar del sol, del agua y del exterior sin perjudicar a nuestra piel. Imagen: Jens Kreuter